jueves, 3 de enero de 2013

Retablo Mayor de la Iglesia de Vertavillo. Cuadros historiados de la Adoración de los Pastores y de la Adoración de los Reyes.


Cuadros historiados en medio relieve del Altar Mayor de la Iglesia Parroquial de San Miguel de Vertavillo. Adoración de los Pastores y Adoración de los Reyes.
 

Las fechas navideñas y la celebración de la Epifanía del señor son buenos pretextos para hablar de dos excelente muestras de escultura barroca que forman parte del Retablo Mayor de la Iglesia Parroquial de Vertavillo.

La fábrica de dicho retablo fue encargada a Lucas Ortiz de Bohar, ensamblador afincado en Villamuriel, quien la ejecutó entre 1700 y 1701 por un coste de 11.700 reales de vellón. Se trata de una obra de claro estilo barroco, con un banco, un cuerpo principal con cinco ochavos separados por columnas salomónicas revestidas de hojas de parra, racimos de uva y yedra, y un remate superior adaptado a la bóveda del ábside.

En las cinco hornacinas del cuerpo central se colocan las esculturas de San Miguel Arcángel, que ocupa el lugar central y que es obra de Tomás de Sierra, y las de San José, San Lorenzo (izquierda) y San Sebastián y San Isidro (derecha), salidas estas cuatro de la mano de Manuel Ordónez de Ribera.

Las obras que hoy nos ocupan se encuentran en el banco o predela y son la Adoración de los Pastores (izquierda) y Adoración de los Reyes (derecha). Se trata de dos cuadros historiados obra también de Tomas de Sierra, quien recibió por su trabajo, incluida la talla de San Miguel, un total de 1.100 reales. Su ejecución debió tener lugar en la primera década del siglo XVIII, tras el montaje del retablo.


Tomás de Sierra (al que Gregorio Sánchez Doncel en su Historia de Vertavillo de 1950 cambia el apellido por “Tomás de Herrera”, quizás por un error a la hora de trascribirlo) nació en la localidad berciana de Santalla (Léon), aunque su formación escultórica se desarrolló en Valladolid. Llega a Medina de Rioseco en los años 80 del siglo XVII, donde se casa y establece su taller, trabajando en varios pueblos de la provincia de Valladolid y de Palencia, como Villaumbrales, Fuentes de Nava y Villamuriel de Cerrato. Se caracteriza por cierta tendencia hacia lo rococó, su interés por lo anecdótico y la carga sentimental de los rostros y actitudes. Tiene claras influencias de Gregorio Fernández y recuerda a Juan de Juni.

Los dos relieves de Vertavillo se ajustan a la perfección a las características citadas. En la Adoración de los Reyes podemos ver la expresión entregada de la Virgen y San José, así como la devoción en la cara de los tres reyes. Destaca la presencia de detalles como la corona de Melchor depositada ante el niño, las diferentes urnas de las ofrendas, la riqueza de las vestimentas y la puerta central que separa los grupos de figuras y representa el portal de Belén, por la que asoma un cortinaje que le da cierto movimiento y sobre la que no falta la estrella guía. Curiosos también los dos soldados en seguindo plano, séquito de los reyes.

La Adoración de los Pastores es sobre todo una escena del Nacimiento, con el niño en su cuna, la Virgen a la derecha y San José arrodillado a su izquierda; ambos con los mismos rostros y las mismas vestimentas que en el cuadro anterior, afanados ahora en atender al recién nacido. La misma puerta se sitúa en el centro de la imagen, pero en este caso asoman por ella el buey y la mula. Detrás de San José se disponen dos pastorcillos imberbes en un discreto segundo plano, uno con alforja y otro con cayado, ambos con vestiduras más humildes. Detrás de la virgen, en un recuadro intencionadamente separado de la historia principal, hay una escena con un ángel que porta una cartela y que parece recrear la Anunciación a los pastores.

F. Javier Abarquero Moras

Bibliografía: Sánchez Doncel, 1950, Historia de Vertavillo. ITTM, 4.