martes, 21 de febrero de 2012

Martes de Carnaval en Vertavillo
Viendo la luz que inundaba hoy la iglesia parroquial de Vertavillo me resultaba difícil imaginar el mismo día hace 60 años, con los ventanales de la nave central tapiados, y con la ténue y humosa luz de las velas y círios. Sería, sin duda, más lúgrube, más funesto. Un marco ideal, por lo tanto, para celebrar una misa de difuntos por las Bénditas Ánimas del Purgatorio. Com hablaba en la entrada anterior, la fiesta del Carnaval se mezcla en Vertavillo con la devoción de las Ánimas, un "maridaje" que en nuestra sociedad actual sorprende pero que en la España de los siglos XVI a XIX no era tan ajeno. Una forma de vencer al enemigo es unirse a él, y eso debieron pensar los devotos católicos tras el Concilio de Trento, cuando se generaliza la creencia en las Ánimas purgantes, creando estas cofradías que se dedicaban, precisamente estos días de excesiva diversión, a rezar por su salvación. No se renunca al festejo, pero se combina con los responsos, de manera que todos salen ganando. Esta es la idea principal del carnaval de ánimas de Vertavillo y así lleva funcionande desde hace más de 400 años (al parecer).
Un rasgo especial del Martes de Carnaval era la construcción delante del altar de la iglesia de un Túmulo o catafalco, una pirámide escalonada de cajones con calaveras pintadas que representaba a las ánimas del purgatorio, sobre el que, siguiendo una costumbre de origen pagano, se colocaba una hogaza de pan.

Javier Abarquero

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